domingo, 30 de diciembre de 2012

Regreso a la Tierra Media


Peli: "The Hobbit: An Unexpected Journey"
Puntuación: 8/10







Hola, queridos. Os escribo desde mi retiro espiritual en Tailandia, donde me encuentro haciendo intercambio con un monje budista, para contaros mis impresiones sobre el último gran estreno del año: la muy esperada "El Hobbit", dirigida de nuevo por el ex-gordo Jackson y protagonizada por Martin Freeman (el nuevo Watson) y un gran número de las estrellas de la trilogía de "El Señor de los Anillos". Desde la última entrega, "The Return of the King", ya hace la friolera de casi 10 añazos. Cómo pasa el tiempo, y cuántas ganas teníamos todos de volver a la Tierra Media, ¿verdad, mis pequeños hobbits?

































Y al fin llegó. El reclutamiento por parte de Gandalf del más insospechado saqueador. La escena en Bolsón Cerrado, la llegada escalonada de los enanos, la atropellada partida, la escapada in-extremis de los trolls, la.. ¿aparición de Radagast el Pardo? Bueno, ejem, la llegada a Rivendel, el... ¿concilio secreto con Galadriel y Saruman? Esto... Bueno, luego sigue lo mejor, la aparición de Gollum y la sublime escena de los acertijos, y el ¿duelo final? ¿En el que Bilbo le salva la vida a Thorin? ¿Pero esto qué es?

He de decir que para mí el libro de "El Hobbit" tiene un encanto especial. Lo leí cuando era pequeñajo y ya noté que aquello tenía más calidad que todos los demás folletines de espada y brujería que me solía meter entre pecho y espalda. Luego llegó "El Señor de los Anillos", pero con "El Hobbit" siempre mantuve una conexión más intensa. Personalmente me parece una obra más redonda y conseguida, y desde luego más compacta. Quizá porque hablamos de géneros diferentes: mientras que "El Señor" pertenece al mundo de la saga épica, "El Hobbit" es más bien un cuento para todas las edades, algo mucho más humilde y sin tantas pretensiones. El propio título ya lo indica. Esta es una historia pequeña. O más bien mediana.

La controvertida y claramente comercial decisión de dividir "El Hobbit" en tres partes ya me empezó a oler a chamusquina. Dudo que haya para tanto en el libro. Mentira, para tanto sí que hay, pero habría que expandirlo mucho más de lo que se hizo en la trilogía anterior. Digamos que si de "El Hobbit" hacemos tres, de "El Señor" se podrían haber hecho seis o siete. Y no fue así.

La parte contratante de la primera parte...













Todo esto tiene lógica dentro de su contexto. Se trata de diez años después del boom de los anillos. La trilogía fue un éxito prácticamente unánime y lo que se hiciera dentro del mismo universo viviría inevitablemente dentro de su sombra. De este modo se ha tratado siempre a esta producción como una precuela cuando en realidad no tenía por qué serlo, ya que "El Hobbit" es un cuento que respira por sí mismo. La decisión comercial, por tanto, ha traído consigo todo un conjunto de decisiones artísticas con las que podemos estar de acuerdo o no. La primera es esta: expandir la historia y tratarla directamente como una precuela al anillo. De ahí todo lo anterior, las licencias, adendas y elevación del tono, del cuento a la épica.

En cuanto a las adendas, la verdad, no tengo mucho problema. Como dice el refranero (élfico): ¿No querías lembas? ¡Pues toma tres raciones! Efectivamente, nos sobrecargan de Tierra Media. Y por mí, sin problema. Me encanta este universo y todo lo que sea expansión y descubrimiento es bienvenido. Por ejemplo, las partes de Radagast las disfruté al máximo.
Sin embargo, este rollo de exaltación épica a las primeras de cambio me provoca sensaciones encontradas. La gracia de "El Hobbit" es que Bilbo no se da cuenta de la importancia de las personas a las que acompaña en su viaje hasta bien llegado el final de la novela. El anillo es un anillo mágico de invisibilidad, no el anillo único. No hay duelos finales, no hay tanto rito de paso. Y realmente, ¿era necesario contarlo todo de forma tan grandilocuente?

Porque otra consecuencia de la sombra del anillo es la propuesta narrativa: para que todo case, "El Hobbit" se sigue narrando con la grandilocuencia épica de un género que no se corresponde con el de la novela original. Vamos, que el sencillo cuento sufre un proceso de inflado y se nos cuenta con la retórica elevada de la archiconocida trilogía. De ahí que Jackson no tenga más remedio que meterse hasta las trancas en la genealogía de los enanos, el valor de Thorin, su odio acérrimo a los orcos o la enemistad ancestral con Azog. Y sobre todo: el anillo aparece ya con el peso específico del anillo único. En fin, una serie de licencias que sirvan de enlace entre las películas y de paso supongan más tensión dramática y nos brinden momentos climáticos para que cada entrega pueda ser disfrutada por el gran público.

Honestamente creo que Jackson pierde una oportunidad: la de hacer una versión más fiel y comedida del cuento, menos precuela y más obra independiente. De este modo incluso se podría haber embolsado algunos fans más para este universo aun a riesgo de perder a otros. Por otro lado, creo que ni el propio Jackson puede controlar ciertas fuerzas. En muchas ocasiones en el mundo del cine el director no deja de ser una marioneta más de las corrientes, los anhelos del público y de la todopoderosa taquilla.

Los acertijos en la oscuridad, posiblemente lo mejor de la peli














Yo creo, queridos, que cada autor toma los elementos de que dispone en cada momento para contar una historia del mejor modo que puede. Tolkien, en su momento, escribió el maravilloso cuento de "El Hobbit" con lo que tenía: una pluma y su imaginación. La adaptación de Jackson podría ser mejor, sí. Pero no mucho mejor. Y tengo la extraña sensación de que si Tolkien pudiera presenciar lo que hicieron con su pequeño hobbit no estaría descontento del todo, no, mi tesoro. Además, si los defectos son en gran parte por expansión, bienvenidos sean. Porque en la Inquisición estamos otra vez con la fiebre de la Tierra Media. ¡Dame más lembas, Peter Jackson!

Absolutio.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Sobre lo verdadero


Peli: "The Imposter"
Puntuación: 9/10







En 1998 un desconcertante suceso salió a la luz pública. Un tipo de 24 años fue detenido por suplantar la identidad de Nicholas Barclay, un chico tejano desaparecido hacía 4 años a la edad de 13 años. A pesar de la diferencia de edad, y de que el original Nicholas Barclay era rubio y tenía los ojos azules mientras que el otro era moreno, de ojos oscuros y hablaba con acento, el impostor consiguió convencer a la familia, las autoridades y los medios de que él era Nicholas. Hasta que se supo la verdad convivió unos cinco meses con la familia Barclay, que fue a recogerle a España, donde según contó fue rescatado de un círculo de prostitución infantil.














Bart Layton, director, productor y escritor con experiencia en televisión y documental, debuta en el cine con "The Imposter", un verdadero pepinazo de historia que merecía sin duda ser llevada a la gran pantalla. El documental combina entrevistas con los protagonistas de los sucesos, recreación con actores, fragmentos reales de videos caseros y documentos televisivos y fotográficos de la época. El resultado no es solo bueno. Es estremecedor.

Que la realidad supera a la ficción no es solo un cliché, realmente lo vemos cada día, solo hay que abrirse de ojos y de orejas. En especial después de ver esa castaña enorme que lleva el nombre de "Cloud Atlas" y que pretende dar lecciones de lo que es la verdad. Dios... Me dan arcadas solo de recordarlo y no mancharé esta entrada hablando de ese bodrio más que para decir que el contraste por cercanía enfatiza el valor del documental que nos ocupa. 

Llama la atención en especial el juego que existe entre la realidad y la ficción, la diferencia entre lo que creemos de verdad y lo que queremos creer. De este modo, como metáfora del conjunto, el protagonista de la narración empieza como el mejor farsante, como el villano iluminado, para gradualmente pasar quizá no a héroe, pero desde luego a defensor de la verdad, por lo menos de su verdad. Justo lo contrario que todos los demás actantes en en juego, cuya realidad hay que reescribir una y otra vez. Irónicamente el impostor es el personaje más auténtico de toda la historia. Y un actorazo, por cierto.

El mismo que viste y calza. ¿O no?














Una de las medidas para medir el valor de una narración es el nivel de bullshit, o sea, el gato por liebre, la mierdaca. Esta teoría es de la abadesa de la Inquisición, que tiene toda la razón, y me explico. Hay historias que huelen a quemao, a chamusquina. Son esas historias que realmente no tienen más que decir porque los que la crearon y/o los que la cuentan no saben o no sienten lo suficiente y si lo saben, no son capaces de transmitirlo. Entonces recurren al bullshiteo, a vender la moto e intentar escurrir el bulto con efectismos, desplantes y mierdaca. Por ejemplo, "Cloud Atlas" está de bullshit hasta las cejas.

"The Imposter", sencillamente, no merece compartir párrafo con la anterior citada. Se trata, sencillamente de un ejercicio maestro de documentación y narración de -para más deleite del que suscribe- una historia que pone el pelo de punta. Probablemente sea lo mejor que he visto este año y que ha sido lo único que ha conseguido mantener una tertulia de más de una hora después de verse. No voy a decir nada más del documental porque ahora mismo no hace falta. Lo único importante es verlo. Así que me la apuntáis.

De momento no hay fecha de estreno en España, pero calculad la primavera, no debería tardar mucho más. Si no, ya sabéis. A buen entendedor...

jueves, 29 de noviembre de 2012

Las prótesis de los Wachowski


Peli: "Cloud Atlas"
Puntuación: 3/10







Y no va con segundas, que ya sabéis que hace poco el bueno de Larry Wachowski se cambió de sexo y ahora es una chica. Se llama Lana y la verdad, está más guapa de mujer. No, él/ella no va de prótesis, más bien lo suyo es "La piel que habito". Jeje. Ejem. Hola a todos, seguidores acérrimos de la Inquisición. Hoy os traigo lo ultimito, una peli que no se estrena en España hasta febrero. Os voy a ahorrar tiempo, sudor y al menos 10 o 12 euros. Fijáos en esta cartelera: ¿no es intrigante y prometedora?


 






























El atlas de las nubes: lo entiendo como metáfora de algo que se sabe imposible. Véase un ejemplo en la frase: "eso sería como hacer un atlas de las nubes". Los Wachowski se unen a Tom Tykwer, el de "Run, Lola, Run", y vuelven con este título a las pantallas a revolucionar el mundo del cinematógrafo como ya lo hicieran con Matrix. O por lo menos a intentarlo.

La peli está basada en la novela homónima de ciencia ficción escrita por David Mitchell en la que se entrelazan seis historias seis: una en el siglo XIX, sobre un joven notario que viaja por las islas del Pacífico, otra a principios del XX, del joven músico que empieza a trabajar para un compositor legendario, otra en los años 70, con Halle Berry de protagonista, con tema policiaco y fondo de investigación sobre una central nuclear dirigida por villanos, seguida de una historia en tono cómico sobre un editor setentón que intenta escapar de un asilo de alta seguridad. Las dos historias restantes se ambientan en el futuro: la primera en un Seúl distópico en el siglo XXII en el que una sirvienta manufacturada genéticamente es interrogada por un intento de golpe de estado y la segunda en un futuro post apocalíptico más lejano en el que la raza humana lucha por sobrevivir en un planeta que languidece.

Dame veneno que quiero morí

 













En el planteamiento no faltan factores para petarlo: estrellas de la talla de Sarandon, Hanks, Weaving o Broadbent y una historia épico-apocalíptica de dimensiones colosales. Uno de los aspectos más llamativos de la narración es además la valiente decisión de los directores de usar a los mismos actores para protagonizar las seis historias en papeles en principio muy diferentes. De este modo, por ejemplo, Tom Hanks interpreta al matasanos del primer cuento, a un gerente de pensión en el segundo, a un abnegado científico en el tercero, a un escritor de novela barata en el cuarto, y al protagonista en el último.














Las seis historias se relacionan por pequeños detalles argumentales. Muy pequeños, casi mínimos, que le dejan al espectador hacer un trabajo casi detectivesco. Además hay un leit-motif más evidente, el de la marca de nacimiento del protagonista de cada historia, una especie de antojo en forma de cometa que no sé si estaba en el libro o los Wachowski se lo sacaron de la manga para poder enlazar un poco más las historias. Porque al fin y al cabo este es el primer problema y el más obvio de la película: que las conexiones entre las historias y sobre todo la posible relevancia de las mismas es más que dudosa. 

En teoría, uno debería sentirse, creo, arrebatado por el tumultuoso devenir de los acontecimientos en cada historia y encontrar la significación de lo que ocurre en cada una enfatizado por lo que pasa en las demás. En la realidad lo que pasa es que uno lucha, se debate y se acaba cansando de intentar ver qué demonios tienen que ver estos seis mediometrajes montados para que casen de algún modo con lo que parecen recursos a la desesperada: una pobre historia de aventuras, una sosa historia de amor por la música, una penosa peli de detectives, una pasable comedia senil, un resultón cuento de ciencia-ficción y un pretencioso rollo post apocalíptico.

Y lo peor, con unas ínfulas de espanto. Entre clímax y clímax se nos vuelve a recordar el mismo mensaje filosófico barato digno de un culebrón de anime para adolescentes: todo está conectado, tu vida no te pertenece, el alma es un conejito de colores que salta por el tiempo, y más chorradas de este tipo. Bien, entendido. En el libro puede que el mensaje tenga relevancia, pero en la peli... pfff. De hecho, después de verla, me da la impresión de todo lo contrario: NADA está conectado y el alma es un constructo. La verdad: los Wachowski no dan para más. De acuerdo, son unos visionarios, pero del cine comercial. La prueba: las historias menos malas son la comedia tontuna (gracias al genial Jim Broadbent) y la del futuro refrito a la Matrix, donde lo que funciona es el efecto especial puro y duro.

Esta es la parte menos mala, Matrix revisited














Sin embargo para el que suscribe la gran pifia de la peli es el antes mencionado recurso de los actores recurrentes. Señores míos, háganlo con un propósito, con una significación. Después de ver la peli, que además es larga de cojones, a uno le queda la sensación de que se hizo solo y con el único fin del efectismo, porque para nada está justificado argumentalmente. Aunque lleve la firma de peli alemana independiente, el resultado es de parada de los monstruos comercial y rematadamente americana con el tío Sam meneando las banderitas del show. Se trata de atascar el embudo por acumulación, con lo que se llega a la creación de personajes rematadamente ridículos, como el jefe tribal asesino Hugh Grant, Halle Berry como (horrorosa) rubia judía, la limpiadora hispana que en realidad es la actriz coreana maquillada o la horrible raza futurista, imitación de asiáticos, visión relativamente racista que ha traido cola en internet de personajes con estrafalarias prótesis de goma que no les dejan ni actuar.

No soy chino, soy nuevo-coreano


















En lo positivo: Tom Hanks y Jim Broadbent, amos de la pantalla. Hanks en especial saca oro de unos dientes postizos o una perillita. Los más nuevos Ben Whishaw y Jim Sturgess tampoco están mal.
En lo negativo, una mala noticia: realmente a los Wachowski les sonó la flauta con "Matrix".

A la #@*! hoguera!

sábado, 6 de octubre de 2012

Te lo digo yo, que vengo del futuro


Peli: "Looper"
Puntuación: 6/10







El tema del viaje del tiempo en el cine no está trillado, no. Está asolado. De hecho podemos decir que ya está consolidado como un subgénero con nombre propio dentro de la ciencia-ficción. Desde el clásico de H. G. Wells nos hemos tragado comedias adolescentes, comedias románticas, dramones, terror, acción... Al principio los guionistas todavía usaban la pizarrita para explicarnos cómo iba aquello de las líneas temporales, para el público más torpe. Ahora ya ni se molestan, la gracia parece consistir en a ver cómo se riza el rizo. Nunca mejor dicho con "Looper", que viene a significar como "El (los) de los bucles" (sin broma fácil hacia el peinado de Bruce Willis).

































Rian Johnson es el culpable de esta nueva incursión en la ciencia-ficción futurista. Del muchacho no sé nada y no lo voy a investigar, que me da perezón, considerad esta crítica por tanto como imparcial e inocente, que no desinformada.
En "Looper" tenemos al doble protagonista Bruce Willis/Joseph Gordon-Levitt interpretando a Joe, un asesino a sueldo de un futuro cercano que se dedica a matar peña que le envían del futuro. Recibe un encargo, se va a un descampado y allí aparece un maromo a las 11:30 de un día determinado desde el futuro. Joe espera con su pistolón cargado, se lo cepilla, lo hace desaparecer y recoge su pasta. El conflicto llega en el momento en el que le envían a su propio yo para que haga el trabajito. Aquí es cuando empieza a hacérsele papilla el cerebro a los pobres espectadores...

Vayamos por partes: en cuanto a ambientación la peli está muy bien. En especial llama la atención el sutilísimo maquillaje (cirugía estética?) al que sometieron a J. Gordon-Levitt, que le asemeja totalmente a un Bruce Willis más menudito y en sus años mozos. Normalmente estos maquillajes suelen dar el cante, por no hablar de los casos en los que las prótesis suponen un obstáculo para la gestualidad del actor (recuerdo con horror los cartilaginosos maquillajes de "Regreso al Futuro", bleagh). Me quito el sombrero también ante la soberbia actuación del muchacho, que a veces sin decir palabra consigue imitar cada gesto de Willis en un curioso juego con el conocimiento previo del espectador cinéfilo, que ya se sabe cada tic del socarrón y prolífico artista. Debe de haber sido divertido y a la vez un reto calcar los gestos del caracartón de Willis, y Gordon-Levitt sale airoso del trance.

Venga, dejadme matarle, porfa...















Hablando del guión, digamos que reconocemos su chispa e inteligencia. La idea base es buena y tiene su giro con sorpresa. Dicho esto, "en siendo" inteligente, pues tampoco es demasiado inteligente. Por supuesto ya de original ni hablamos. Problemas, lo que se dice problemas graves de guión, pues la peli no los tiene. Pero hace aguas, claro que sí. Lo principal es el mega-bajonazo de ritmo que tiene lugar a la mitad, cuando se presentan un par de personajes nuevos. Eso, por un lado. Por el otro, ya en el lado quizá más personal, es que uno ya las ha visto todas y de todos los colores y a partir de que la peli retoma el vuelo en la Inquisición siempre estábamos un paso por delante de lo que ocurría. Nos hubiera gustado que el dire arriesgara más, nada muy reprochable, sin embargo, porque lo que hace es caer en los brazos de la comercialidad, la limpieza y el aburrido buen gusto. Digamos que en otras palabras la peli se toma demasiado en serio a sí misma y no sale por peteneras en ningún momento. No esperéis muchas sorpresas. Al fin y al cabo es un bucle y de ahí es difícil salir.

Eso no quita que la peli tenga sus momentos memorables, los efectos acompañan, los "gadgets" molan bastante (en especial el arma de los loopers, el "blunderbuss"), el montaje es resultón, la factura de diez. En lo tocante a la interpretación, destaca el ya mentado Gordon-Levitt, el actor de moda en la acción elegante, con su barniz marca Nolan. Emily Blunt está bien, punto. Pero también sorprenden las escenas con el actor infantil, un fenómeno, muy bien dirigido además.

En el otro lado está el bueno de Willis, que aguanta el tipo pero la verdad a veces se limita a hacer muecas. Seré yo, pero en esta peli a veces se pasa. Hay algunas en plan acción ochentera que rozan el ridículo con esos planos en los que Willis mata sin ton ni son o pone caritas mirando de reojo a la cámara. Parecen momentos auto-paródicos. Al mismo actor parece escapársele una sonrisilla como diciendo: "de verdad estamos grabando esta mierda?" No sé si es que andaban cortos de tomas (se rumorea que el divo solo hace tomas únicas últimamente), pero hay momentos de la peli en los que Bruce Willis está difuso, parece que interpreta varios papeles a la vez. O a lo mejor es que venía descojonao del rodaje de "Los mercenarios 2", quién sabe...

¡No me lo creo ni yoooooooohrhhhr...!













Qué suerte tenéis, que vengo del futuro y os aviso. Sí, sí, del futuro. O si no, intentad ver "Looper" en España. Jeje, ¿a que jode? Bueh, no os preocupéis, que el futuro no es nada más que un estado de ánimo y "Looper" no pasará a la historia en los anales de la Inquisición. Eso sí, le auguro una buena base de fans. Imprescindible solo para seguidores de Willis y del género. Para el resto, tan olvidable como aquella de... eh... sí hombre, la del monito... ¿o era un oso? Bueh. No importa.

Saludos del futuro. Churruscados, claro.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Calamares del espacio exterior


Peli: "Prometheus"
Puntuación: 7/10







Hola a todos, seguidores de la Inquisición. Empieza un nuevo curso en la abadía y Chumari de Tomelloso se apresura a retomar sus quehaceres, que no son pocos. Entre sesión de tortura y flagelo aún me da tiempo de ver alguna peliculilla de aquellas que quedaron en el tintero. Nunca mejor dicho, porque esta trae tinta, virtual, por todo lo que se ha escrito, y real. Una tinta negra y alienígena como la que soltaría un pulpo muy antiguo, extraterrestre y primigenio como él solo. Y no hablo de Cthulhu, no, sino de Ridley Scott y su gran proyecto "Prometheus".

































La peli es una precuela a "Alien" y narra hechos anteriores a las felices aventuras de los siete tripulantes de la nave Nostromo y su encuentro con el simpático bichejo conocido ya por todos, un alienígena con dientes como agujas y baba sulfúrica con una aptitud excepcional para el asesinato en distancias cortas. Como recordaréis, en esta primera entrega de la saga alienígena la oficial Ripley apenas sobrevivía al encuentro con la criatura demostrando en el camino una capacidad insólita para la supervivencia. El cóctel ciencia ficción-terror dio unos excelentes resultados en taquilla y propició el inicio de una saga bastante olvidable con la posible excepción de la segunda, más de acción, dirigida por la vaca sagrada James Cameron.

"Prometheus" vuelve a los orígenes de la mano del director de la peli original. Se trata de una aventura espacial en toda regla con suspense, acción, criaturas y algunas dosis de drama y terror, por supuesto. En esta ocasión se narra la incursión al espacio de un heterogéneo grupo de aventureros en busca de respuestas sobre el origen de la vida en la Tierra. En la nave viajan los protagonistas de la historia, los arqueólogos Elizabeth Shaw y su pareja, Charlie Holloway, que defienden la teoría de los "ingenieros", una raza alienígena que probablemente creó la vida en la Tierra y con los que ambos esperan contactar en el viaje. No hay que ser vidente para darse cuenta de que la cosa se torcerá horriblemente... 

Empezaré por los puntos negativos, que son pocos pero digamos que importantes y que saltan enseguida a la vista. Véase, como de costumbre, el guión. En concreto la construcción de personajes. Un problema esencial es la extremada simplificación de los carácteres de los protagonistas, un grupo formado por el malo, la buena, el guapo, la buenorra, el socarrón,... algo que no esperaba para nada a estas alturas. Los comportamientos y las reacciones de los personajes parecen de peli de serie B, son de lo más inverosímil en momentos clave y esto, la verdad, desmejora mucho el resultado final. Sé que las comparaciones son odiosas, pero a la luz de los tripulantes del carguero Nostromo, que parecían personas normales, los de la Prometheus parecen un grupo de boy-scouts del espacio.

Gilipollas number one del cosmos: Oh, qué bichito tan mono, dame la patita...








 




Una pena, porque el resto está bastante bien. El trasfondo, la ambientación, los efectos... la peli funciona independientemente del fenómeno "Alien" y sin embargo consigue enviar los suficientes guiños al fan avezado. Sobre todo uno vuelve a revivir el aura de la protagonista femenina de carácter fuerte enfrentándose a criaturas asesinas del espacio exterior. Noomi Rapace tiene la fuerza necesaria en los momentos de acción para hacernos creer que lo está pasando realmente mal. Esto me lleva necesariamente a hablar de otro problema de la peli, que es la calidad intepretativa de Noomi Rapace. Como heroína de acción está bien, pero en las escenas dramáticas, madree... qué mala es. No hay quién se la crea, tiene menos expresión que un zueco.

Muy importante: salvar la vida en gallumbos mientras te pringas de líquidos














Obviando estos problemillas, la peli divierte lo suyo y da lo que promete. Lo mejor es que hay bastante violencia divertida y justificada, encuentros fatales en la tercera fase, muñecajos de látex, escenas brutales y salvajes, suficientes dosis de suspense y sobre todo un Michael Fassbender estupendo en su papel de androide heredero del mítico oficial Ash de la primera peli.

Ah, no he dicho nada de los calamares, pero no creo que sea necesario, ¿verdad? Ya es suficiente spoiler, y además en el título de la entrada. Además, la peli ya es casi vieja...

¡Un saludo churruscado y bienvenidos a una temporada más con la Inquisición!

lunes, 13 de agosto de 2012

Churrazos de maestro


Pelis: "To Rome with Love" y "Cosmopolis"
Puntuación: 4 y 5 respectivamente







En agosto todo se ralentiza, nos tumbamos bien a gusto, por fin, y empezamos a vivir de los réditos de un año de curre. Bueno, al menos vosotros. La Inquisición sigue en guardia, es lo que hay. Pero para la mayoría de los mortales el tiempo libre se expande. Momento de ir a ver una buena peli, hace calor y en las salas se está fresquito. Además no hay ni rita, estaremos tranquilos, pensáis. A ver, echad un vistazo a la cartelera. Vaya, vaya. No hay mucho, ¿verdad? La de Pixar y poco más. Algún restillo de autor. Bueno, al menos uno mira en lontananza y siempre queda esperar lo nuevo de Woody Allen. O de Cronenberg.

Pues vais listos, motherfuckers, porque os esperan sendos truños. Bueno, truños, truños, no. Pero a la calidad de pestiños sí que llegan. Reveníos.

Qué ironía que se me castigue así. A la vuelta de Moscú me esperan dos de mis vacas sagradas. Yo, que siempre me quejo de que Allen siempre llega tarde, que he tenido que ver pelis suyas año y medio más tarde... y ahora me presentan estas bacalás.






















Sobre el viejo Woody, qué puedo decir. Hace ya tiempo que la gente habla de productos menores, que si su calidad ya no es la misma, que ha vendido su alma al diablo, que exceptuando "Midnight" y "Match Point" no hay mucho que rascar en sus últimas obras, que mejor que fuera menos prolífico y que pusiera más cuidado en hacer menos pelis pero mejores... qué sé yo. Lo único que puedo decir es que nunca he estado del todo de acuerdo con estas afirmaciones. Quizás el nivel haya bajado, pero yo adoro todas y cada una de las pelis de la llamada etapa europea. Hasta ahora.

En "To Rome with Love" empiezo a notar un cansancio o una falta de ganas que nunca había percibido antes. Se trata de cuatro historias con el único punto en común de la capital italiana, con la misma narración (¿cómo llamarlo?) greco-judío-neoyorkina tan alleniana, quizá con unas gotas más de absurdo que de costumbre. El resultado es pobre, muy pobre. De las cuatro historias apenas funciona ninguna. La protagonizada por Ellen Page y Jesse Eisenberg propone de nuevo la misma historia sobre lo irracional del enamoramiento, con la diferencia sustancial de que esta vez no llega a raspar la superficie. La que protagoniza el propio Allen es un descomunal pestiño basado en un solo gag alargado que apenas daría para un corto. La de Penélope Cruz es un insípido vodevil que ni siquiera la guapa Alessandra Mastronardi consigue reparar. Hasta la fábula del genial Roberto Begnini flojea. La intención es buena pero el gag no aguanta el paso de los minutos y al rato se hace cansino. Flojo, flojo, flojo.

La escena en la que se ve el micro, me parece que es esta












Encima no sé si será de la copia, pero en al menos tres o cuatro escenas se ve la bobina del micro de forma descarada, en especial en una escena en un restaurante a Ellen Page se le ve una cacho de rejilla de micro que solo le faltan los cascos para ponerse a cantar el "We are the world". Horrible. Además del montaje como desmañado, planos medio desenfocados... Parece que Allen se rodeó de un equipo de becarios para hacer la peli. Pero aun así no es tan molesto como la sensación final de que se nos mete gato por liebre, que no hay mucho que contar, que hay poca "verdad". Y os habla alguien que disfrutó mucho con "Vicky Cristina Barcelona" y "You will meet a tall dark stranger". Quedáis avisados.






















El caso de "Cosmopolis" es bien distinto. No es que la peli sea floja, no. Está muy bien hecha. El problema es que es difícilmente recomendable a nadie que no sea un extraterrestre. En dos palabras, la peli es rara de cojones. Se trata, también en dos palabras, de una visión del apocalipsis del capitalismo desde el punto de vista de un magnate que deja morir su imperio. Sí, de eso trata. Al parecer se basa en una novela de DeLillo, señor que tiene que estar fatal de lo suyo. ¿Cómo decirlo? Los diálogos están bien, los actores están muy dentro. Hasta Pattinson está bastante potable de protagonista. Lo que pasa es que lo que cuenta la historia es un gran ¿WTF? o en español: ¿EIN? En general se entienden las palabras, los gestos, las interacciones, pero no se sabe de qué va el rollo. No sé si se trata de un producto demasiado adelantado a su tiempo y los humanos normales somos demasiado obtusos para comprenderlo. O quizás simplemente se trate de una gran chorrada.

Sea como sea, no habla mi lenguaje y me deja fuera, aislado e indiferente, efecto que no creo que esté buscado para nada en absoluto. Hay algo que no funciona, no sé si a Cronenberg se le fue demasiado la pinza, pero muchas de las conexiones con el espectador están fundidas de antemano. Me resulta difícil creer que alguien pueda sacar algo en claro de esta peli, a menos que esté en otro nivel de pensamiento, en otra onda que yo ni siquiera alcanzo a entender.
Lo mejor de la peli es que realmente puede hacerte papilla el seso. Se ve que Cronenberg cree en lo que está contando, desde luego. Probablemente no exista otro director que pudiera haber recreado mejor la esencia de "Cosmopolis", con la posible excepción de Terry Gilliam. Lo peor de la peli es lo antes expuesto, que es una sonda lanzada no se sabe a quién. No se la recomendaría a nadie. Y eso que sale gente como Paul Giamatti (en la foto siguiente, aunque parezca Fernando Fernán Gómez).    

A lo mejor es que hay que verla fumao













Curioso cómo realizadores como estos, artistas reputados, son capaces de desplegar obras tan dispares en calidad. En la literatura o en la pintura no pasa tanto así, un Picasso o un Gogol son siempre un Picasso o un Gogol, hay obras menores pero no se ve el truco, siempre hay transmisión sincera, arte, en fin. Pero en el cine, supongo que por todos los factores, las variables y actantes que entran en el proceso, un artista reputado puede crear obras irrelevantes, fallidas y hasta verdaderos truñacos. Véase los anteriormente citados.
Eso sí, nadie sigue dudando de su talento. Y yo que seguiré viendo sus pelis y esperándolas con anhelo... elo elo elo (esta palabra tan cursi merece eco).

No hay piedad para Cronenberg y Allen.
¡A la hoguera, oh yeah!

sábado, 21 de julio de 2012

Batman aburre en piloto automático


Peli: "The Dark Knight Rises"
Puntuación: 3/10







Sigh. La obligación inquisitorial me saca de la cama one more time para cumplir el deber que me planteé hace años. Como cierto vigilante nativo de Gotham, me debo a mis conciudadanos, debo protegerles del truño que pulula por la sala de cine. ¿Por qué lo hago? A veces me pregunto si os merecéis esta vigilia. Seguramente no. Cual heroico hombre murciélago con traje de goma y marcadas tetillas salgo a las salas a recibir ostias como panes. ¿Merece la pena?

Mirando siempre p'abajo, que queda como más atormentado

































El caso es que esta mañana no podía más, tenía que sacarlo de dentro. El sufrimiento extremo ayer delante de la pantalla fue tan monstruoso que quiero dejar constancia aquí antes de que llegue el aluvión de críticas mayormente positivas que vais a leer-escuchar sobre la última del hombre-murciélago, que por supuesto petará la taquilla del fin de semana. Nolan lo ha vuelto a hacer, sí. Pero esta vez a la Inquisición no le ha colado. Tras el aluvión de buenas pelis de superhéroes de este verano, faltaba la gran traca final, el desenlace de la trilogía, la peli más esperada. Cuál no sería mi sorpresa al constatar que la peli es un tremendo coñazo, un desenlace que muestra las pocas carencias de las dos primeras elevadas a la enésima potencia. A Nolan ya se le ve el truco.

En la tercera, Bruce Wayne aparece como el millonario misántropo que es, esta vez inactivo como Batman desde hace ocho años, precisamente el tiempo que lleva en funcionamiento la ley Dent, esa que ayudó a poner en marcha echándose encima al muerto. Por la ciudad pululan personajes que quieren tomar parte más activa en la Wayne Entreprises, como la atractiva Miranda Tate (Marion Cotillard) o el temible empresario John Dagget. Justo entonces aparece en escena Bane, terrorista de vocación, una especie de heredero de la secta maligna encabezada por el Liam Neeson-R'as al Ghul de la primera entrega.

Se retoma así el espíritu del Batman de Nolan, la producción de superhéroes más rentable de los últimos tiempos con el permiso de Spiderman o Iron Man. Aunque a mi parecer siempre se exageró un poco su valor, las dos primeras pelis se aguantaban más o menos bien -la segunda mejor que la primera- gracias a currados guiones trabajados por el mismo Nolan que daban un nuevo empaque al héroe, con más dosis de acción y enredo policíaco casi que de chapa y pintura super-heroica, además del consabido curre que se llevaba a cabo con los personajes para darles presencia y solidez y que las ostias parecieran reales. En esta, sin embargo, habemus truñam.

Los guiones de Nolan se caracterizan por no dejar ni un resquicio. Todo encaja al final como un buen puzzle de muchas piezas, inteligente y bien tramado. En este caso a Nolan, primero, se le va la mano con el número de piezas. La peli intenta contar demasiadas cosas y hay más personajes que en una novela rusa. A esto se le suma el característico comienzo lento de los Batman de Nolan, esta vez requete expandido hasta un infinito que empuja la preparación del problema a unas dos horas (que parecen cuatro) desde el principio. La primera parte de la peli es un eterno bat-coñazo de presentación de personajes, reanimación del interés por el protagonista y una serie de diálogos aburridos, predecibles e interminables plagados de sobadísimos clichés.

El borreguito es más agradable al tacto
Lo peor sin duda son las soporíferas conversaciones entre Alfred, el mayordomo llorica y Bruce en plan "amo, debo salvarle de sí mismo", "no quiero verle morir" etc etc, repetitivo hasta la náusea como un episodio de "Amar en tiempos revueltos". Pero los demás diálogos tampoco se quedan cortos. Todas las interacciones entre los nuevos personajes, Tate y Blake, con Wayne y el comisario Gordon... Pfff. El único que se salva un poco es Bane, que tiene cierto empaque a la Darth Vader, con máscara y vozarrón incluidos. La acción, inexistente hasta bien entrada la hora, nos hacía presagiar una segunda parte de infarto. Nada más alejado de la realidad.




Encima a partir de la mitad empiezan a pasar cosas que tiran hacia la novela pseudo-filosófica de Paulo Coelho o directamente hacia el cuento infantil y que ponen en tela de juicio la llamada seriedad de la trama. Véase "spoiler zone" para eso. Me lo habría esperado de Michael Bay, pero de Nolan... Pero el problema es que aun sin las chorradas y las incongruencias, la peli es redundante, demasiado explicativa y sobre todo muy aburrida. Ahora empiezo con los spoilers, no leer si no habeis visto la peli...

Alerta, spoiler zone: La trama principal es un clarísimo plagio de "Rocky III", pero en aburrido. Al menos en "Rocky" las peleas se dejan ver. Llega el nuevo candidato al título, tortea al campeón y este tiene que volver al rito de paso de la primera peli. Bane incluso le dice a Batman: "Haw haw, la victoria te ha vuelto débil!" ¿Y qué mierda es esa de la cárcel de Bane "en un pais lejano" con el agujero y los presos que hablan inglés, llevan ropa azul a juego y hacen cánticos? ¿Qué hacen los polis de Gotham tres meses en las cloacas viviendo de la caridad y sin cambiarse los gallumbos para luego salir y enfrentarse a mamporros con los malos como en el señor de los anillos?  ¡Si al final le han puesto hasta la musiquilla tipo Enya! Las peores escenas sin duda, que parecen de peli sin presupuesto: la patética y nada creíble muerte del personaje de la Cotillard. Pobre, no es tan mala actriz, se muere peor que Terrance and Phillip. ¿Por qué Batman confía tanto en Catwoman? Sé que es muy follable, pero de ahí a darle las llaves de la moto, que POR CIERTO se peta a los tanques como si fueran coches de juguete... ¿y lo de los juicios populares? Puaj. Podría seguir, pero es que en cuanto intento recordar algo más de la película, me aburro.

Las escenas de acción también son un sopor. Pocas y aburridas. No hay ni una escena que quede impresa en la retina, ni siquiera con el nuevo escarabajo-móvil de Batman o la nueva Catwoman.

Sigue bailando y di cualquier cosa, que tenemos que rellenar metraje
















En resumen, la peli es un enorme bloque gris de más de dos horas y media, sin matices y -por cierto- con una música horrenda que no cesa en ningún momento. Solo hay dos modos: Suenan violines "esto de lo que hablamos es intenso e importante" o tambores japoneses "emociónate porque va a pasar lo más grande". Claro que como uno u otro no deja de sonar hasta cuando Morgan Freeman va a cagar, el efecto es más que nada cargante.

Para buenas pelis de superhéroes vean ustedes las mucho mejores "The Avengers", que me pareció fantástica, y la notable "The amazing Spiderman", una peli divertida de superhéroes. A ver, es que el nombre Nolan y el adjetivo "divertido" en la misma frase son incompatibles. Métase oscuro, profundo, sesudo. Y a partir de ahora pretencioso, pesado, cansino, aburrido. El chasco ha sido tal, que me cuestiono la validez de mi discurso aprobatorio sobre las dos anteriores. El nivel general pega un bajón para la Inquisición. Ahora parece mucho más claro que el Joker de la segunda era lo que salvaba realmente a la saga... casi me da miedo volver a verlas. Bueno, miedo miedo, no. Pereza.

A la &$%"@ hoguera!

miércoles, 11 de julio de 2012

Todo sobre mi (puñetera) madre


Peli: "Carmina o revienta"
Puntuación: 6/10







Ya nadie discute el talentazo de Paco León. Su participación en series de televisión le dio el salto a la fama a nivel nacional y ahora, como actor reconocido, la vida profesional le sonríe a él y a la familia. Paco se estrenó en la dirección teatral con "The Hole", una obra de cabaret que lo peta en Madrid. Su hermana María también triunfa con "La voz dormida" y aparece como una de las actrices con más potencial en el panorama nacional. Aprovechando el tirón Paco se lia la manta a la cabeza y saca su proyecto cinematográfico más personal con su madre como protagonista. Más personal imposible.


















La verdad es que uno pierde pie con este vecino de la Inquisición, nacido en el triángulo de las Bermudas de Sevilla, el Parque Alcosa (digo, es que cada vez que intento ir pa ya me pierdo y aparezco en otro lao). Sobre todo si su propuesta es tan étnica y a la vez tan fresca y tan divertida. La premisa es sencilla: hacer un docu-show con Carmina Barrios como protagonista, basado en anécdotas reales y explotando la mítica hipérbole sevillana haciendo bueno el dicho de que la realidad supera a la ficción. Sobre todo en algunos barrios de Sevilla.

Con "Carmina o revienta" Paco León demuestra no solo que es un gran cómico y actor, sino también un notable director con gran instinto para el relato y con una gran visión para el ritmo y la tensión narrativa y cómo no, el humor. La gran protagonista, Carmina Barrios, actriz no profesional, es una leona que se come la pantalla y que incluso llega a dejar en evidencia a su hija María, que en alguna escena de improvisación se ve casi avasallada por el torrente de verdad que transmite la madre. Carmina y sus anécdotas en primera persona son sin duda el alma y lo mejor de la película.

Mi primer cigarro me lo fumé a los siete años














Al espectador solo le queda partirse el ojete y pasárselo en grande con esta comedia sin apenas ínfulas que solo pretende entretener. Bueno, miento. En realidad también es un homenaje en vida a la figura de una madre poderosísima, con una potencia que se transmite a través de la pantalla sin efectos especiales, a la vez que se ofrece un vivo retrato del lumpen del extrarradio de Sevilla. Se trata esta de una literal entronización del poderío de una madre, que preferiría salir sentada en procesión a su muerte como un paso en procesión que ser metida en una caja de madera. La potencia de la Barrios es tan fuerte que se transmite a través de la pantalla sin necesidad de efectismo alguno. Vamos, una verdadera fuerza de la naturaleza.

Es curioso que coincida esta entrada con la anterior, la de "Moonrise Kingdom", porque esta película de algún modo es todo lo contrario. 

Otro tema sería el de la glorificación del lumpen sevillano, de la picardía, del cutrerío. Al fin y al cabo se sigue una tradición cultural que entronca con lo más español y es muy divertido ver cómo por una vez los débiles son los vencedores y los que se aprovechan del sistema. Por otro lado para un sevillano de a pie no es tampoco un plato de gusto ver el triunfo de la incultura, los malos hábitos, el alcoholismo y la holgazanería, que de eso ya tenemos bastante. Muy bonito, pero no confundamos el mensaje, que yo estoy hartito de yonis sevillanos. Al de fuera le parecerá pintoresco, pero a mí no me hace ni puta la gracia cuando tengo que tragarlos "live".

Y no solo a los canis, las pijas son las peores. De hecho para ver la peli la Inquisición tiró pal cine de verano de la Diputación, donde teníamos una fila entera reservada por mi esforzada tita Paqui, que se tiró dos horas pillando sitio. Ni que decir tiene que un público sevillano es el mejor receptor para el producto del hijo pródigo y aquello estaba de bote en bote. Allí vivimos nuestra propia anécdota sevillana cuando unas señoritingas nervionenses se propusieron arrebatarnos los sitios por el morro mientras algunos estaban en el ambigú, tirándome la bebida al suelo en el proceso y montando un pifostio de dos pares. Menos mal que estaban mis titas, que no son Carmina pero tampoco se quedan cortas en poderío. Aquello pareció furia de titanes. Una vez más se mostraba aquello de la realidad y la ficción, sobre todo en esta hiperbólica ciudad.

Los grandes poderes de Carmina son evidentes desde el tráiler. Poderío, mucho poderío. El producto final es un arte y ensayo donde Ken Loach se encuentra con las tres mil viviendas. Pura poesía, vamos. Además Paco León ha tenido la personalidad y el talante de sacar la peli para el gran público, en internet y en DVD todo a la vez, evitando la distribución estándar que tan mal está funcionando de todas maneras. Aquí Paco ha sido muy cuco (véase párrafo sobre la picaresca) matando dos pájaros de un tiro. Así más gente podrá ver la peli y a la vez queda como un señor, cuando de todas maneras no se le iba a sacar ningún beneficio. Por y para el pueblo.

Quede Carmina para la posteridad en un regalo de un hijo a su madre y viceversa, y de paso nosotros que los disfrutemos. En la Inqusición seguiremos con interés el trayecto de esta interesante peliculita, a ver a dónde nos lleva. De momento...

Absolutio!

sábado, 7 de julio de 2012

El reino del anochecer


Peli: "Moonrise Kingdom"
Puntuación: 6/10







Llega la Inquisición a España en plena resaca post eurocopa y recién rescatados (juntando términos sale "rescaca", un neologismo más que apropiado). Encuentro un Madrid pizpireto y modernete que maquilla bastante bien los efectos de la depresión, solo visibles en calles secundarias y pequeños detalles que solo encontrará el frío observador. Proliferación exagerada de pedigüeños, tiendas desmejoradas, clientelas ínfimas. Eso sí, el clima sigue siendo magnífico.

Alojado como de costumbre en el convento de Doña Joaquina y bajo el tutelaje de fray Ricardo de Peñarol y Blanco, Tomelloso se arremanga las capas (descubriendo unas canillas blancas translúcidas como la primera nieve y embutidas en juguetones calcetines de la selección española) y sale de maitines tirando p'al cine. A falta de superhéroes, ya que ralean las sesiones de "The Avengers" y el nuevo trepamuros no estaba disponible todavía (por cierto, qué difícil es decir "trepamuros" en inglés, "wallcrawler", probadlo si tenéis güevos) nos plantamos fray Ricardo y un servidor en los Yelmo Ideal para ver "Moonrise Kingdom", la última de Wes Anderson. 

La peli es un primoroso cuentito que cuenta la historia de amor entre dos adolescentes: Sam Shakusky, huérfano, boy-scout, gafotas y resabido, y la niña Suzy Bishop, lolita adolescente atormentada que vive con su extraña familia en una isla de Nueva Inglaterra. Entre los pocos adultos que pueblan la isla tenemos al jefe de policía, los scouts adultos y la familia de la niña, un elenco brutal entre todos: Bruce Willis, Ed Norton, Bill Murray, Tilda Swinton, Frances McDormand y hasta un Harvey Keitel de bola extra. Toda la acción transcurre en este micro universo a tamaño juvenil, donde los adultos son minoría y se muestran torpes y confusos. Los zagales son los verdaderos protagonistas de esta fantasía en la que apenas hay presentación, nudo o desenlace. Las complicaciones son mínimas y la fuerza de la película, más que en guión o la puesta en escena, reside en el efectismo, la estética y sobre todo en la potente química entre los jóvenes protagonistas.

Esta petisa dará que hablar












De Wes Anderson he visto solo "The Royal Tenembaums" y "Fantastic Mr. Fox", dos pelis que no están nada mal, sobre todo la segunda. Basta con ver "Tenembaums" para descubrir las tripas del director, ya que describe a una familia que muy bien podría haber sido la suya. Un leit-motif de Anderson es el de la familia disfuncional, con padres sesudos que se comportan como niños e hijos medio pirados que tienen problemas de adultos. El diálogo (o más bien la falta de) entre estas dos generaciones está siempre presente en su cine, por lo menos en estas tres pelis. Otro tema es el del amor, claro. Siempre rarete, con un toquecillo incestuoso. No hay diferencia entre amantes, primos, amigos, hermanos. Y salen unas cosicas que ruborizarían al mismo Freud. Claro que a la vez Wes Anderson suele suavizar sus cócteles con humor suave, colorines, musiquilla dulce y gominolas.

Lo que mola de "Moonrise" es la sencillez de la historia y lo primoroso del relato. Sí, y digo primoroso con todas las connotaciones, porque la peli es tan tan resultona que puede provocar cierto rechazo por saturación. El buscado preciosismo está justificado ya que todo se ve en la peli con los ojos de unos adolescentes enamorados -supongo- aunque se cuente en clarísima tercera persona. Parte del éxito en conseguir todo esto se debe a la marcada estética andersoniana, que ya hizo sus pinitos en la animación (véase la peli del fantástico zorro) y hace que "Moonrise" parezca casi una peli de animación hecha con personajes humanos. La otra parte probablemente se deba al bueno de Roman Coppola, co-autor del guión y conocido videoclipero.

Momento chunda-chunda













Lo que no mola tanto es, por un lado, la ultra sencillez del cuento, que puede producir aburrimiento, indiferencia o desencanto, por mucho que podamos justificarlo argumentalmente en base a la tábula rasa que se propone para que los dos protagonistas creen su mundo. Es tan ligera o poco profunda que a veces marea como un paseo en un bosque demasiado oxigenado. Por otro, que a veces la peli tiene un lenguaje pedante y pretenciosillo que tampoco acaba de casar con el talante de la historia. Se gusta demasiado a sí misma por momentos y mata la frescura de la propuesta que sí tenía la más resultona "Fantastic Mr Fox", basada -claro- en la obra homónima del genial Roald Dahl.

Sin embargo, si sabemos escuchar y mirar y perdonar un poco la pedantería y el cursilerío ocasional, la peli tiene mucho que ofrecer y muy buenos momentos, aunque como he dicho parezca un refrito de "Mr Fox" pero con personas en lugar de animales. Baste mencionar el verdadero clímax de la peli, las escenas en la cala escondida, pero también hay mucho y muy divertido en algunas chispas de diálogos, en la música, siempre muy buena acompañante, o simplemente en los detalles. El final es redondo y ayuda. Ricardo lo expresó en una frase: es "Miss Tacuarembó". Efectivamente, es lo mismo pero con más presupuesto y con muchísimas más pretensiones. Pero en cuanto al fondo, no podría estar más de acuerdo.

Poseso, obrita ligera, bonita pero prescindible. Solo recomendable para fans del indie americano. Psss...
Absolutio por los pelos.

lunes, 18 de junio de 2012

Consejos de amigo

Queridos fieles de la Inquisición:

Escribo hoy un mero apunte para reflexionar sobre la funesta actualidad. Y no hablo de economía, no. Hablo de cine. Si me habéis leído sabéis que me quejo (muchas veces sin razón) de la falta de oferta de cine en Moscú. Lo que pasa es que me comparo con España y a veces me da rabia no poder ver los estrenos que quisiera, pero en realidad la mayoría de las pelis interesantes llegan antes, véase "Red State", estrenada aquí el año pasado. En realidad no puedo quejarme. Lo único que me pierdo son estrenos comerciales y -eso sí- Woody Allen, que siempre llega tarde, quién sabe por qué.

En más de una ocasión me ha dado rabia no haber podido ver en el cine alguna cosita en otro idioma que no fuera inglés o español, como me pasó con "Nader" o "Le Havre" (probad a verlas subtituladas en ruso, no ayuda) y por eso en general me dais un poquillo de envidia si estáis en España sobre todo un domingo por la tarde sin nada mejor que hacer. Pero es que el plantel de estrenos de un tiempo a esta parte en España ha sido abominable. Esta semana especialmente con el rollo de la eurocopa las distribuidoras se ha lucido. No es que en Rusia sea mucho mejor, pero lo de España es lamentable. Si estuviera allí, ante la opción de "Sácame del paraíso" de Jennifer Aniston, o "MS1: Máxima Seguridad" creo que directamente me contaría las venas con un cuchillo de untar o me suicidaría derritiéndome el cerebro con "Amar en tiempos revueltos".

Por eso de forma excepcional y ante este panorama os regalaré unos buenos consejos. Gratis, de vuestro amigo chumari. Paso a revisar el correo...

"Chumari, me considero un cinéfilo ocasional, no busco más que pasar un buen rato con una buena peli. Me definiría como público normal, abierto a todo".
Muy bien. Entonces esta semana tu peli es "Moonrise Kingdom", una apuesta de Wes Anderson con dosis de indie y comercial a partes iguales. Salen Bruce Willis, Ed Norton, Bill Murray y hasta Harvey Keitel. Esta es fácil.

"Chumari, gracias por tu blog. Me encanta, escribes muy bien y además me pareces muy sexy. Pero a lo que iba. Yo solo salgo con mi pareja al cine, lo nuestro son las pelis que te dejen buen rollete en el cuerpo".
Mi recomendación para ir en parejita esta semana es "Hysteria", de Tanya Wexler. No he visto nada de esta chica, pero la peli pinta bien para pasar un rato agradable. Es una comedia romántica brit ambientada en la época victoriana. Además sale Maggie Gyllenhaal, mi musa de "Secretary", que parece que vuelve con fuerzas. También actúa el mítico Jonathan Price. Y lo mejor: trata de los orígenes del vibrador (!).

"Chumari, odio tu página, eres un pedantorro y un engreído y no tienes ni puñetera idea de cine, ergo no seguiría tus consejos ni aunque fueras el último espécimen de la Tierra. Eres una escoria y me das asco. Y no, no soy un gafapasta per se, aunque estos espejuelos digan lo contrario".
Querido amigo gafapastero: gracias por tus palabras. Siento lo tuyo, ánimo. La solución es fácil. Si no vives en Madrid o Barcelona, te jodes. En caso afirmativo vete a los Golem o similar, entra y tira un dado. El número que te salga marcará la sala a elegir. Da igual lo que salga, lo importante es tu bagaje, muchacho. Con un poco de suerte a lo mejor te salen "Profesor Lazhar" o "Starbuck", dos pelis canadienses que prometen. Claro que también está Rosales, muah ha ha ha...

"Xumari, deberías hablar más de las pelis wapas. Tus recomendaciones están bien, pero donde haya una buena explosión y efectos que se quite tanta baba pretenciosa. El cine está pa' entretener, ¿no? Greetings".
Querido amigo, nuestros corazones laten al unísono. Desgraciadamente no tengo nada para tí, así que vuelve a ver "Los Vengadores" por sexta vez, esta vez en una pantalla como dios manda, y no en tu cuarto, haciendo pausas pa' revisar el MMORPG al que estás enganchado. ¡Y a ver si me lo aireas un poco, que huele a cuadra!

Y esto es todo, amigos. Prácticamente todo lo demás... ¡a evitar!

Saluditos churruscados.

miércoles, 13 de junio de 2012

Lo mejor del 2011


Pelis: "Nader y Simin, una separación" y "Le Havre"
Puntuación: 10/10







No está solo la Inquisición para quemar herejes. A veces, la mayoría, llega uno tarde a ver lo mejor. Las razones son muchas, pero lo principal es que al final las mejores películas no llegan a estrenarse, o se estrenan solo en festivales o en salas gafapasteras. Como todos sabemos, la calidad y el megaplex no están bien avenidas.

Y os habla uno que también disfruta del blockbuster, que quede claro. De hecho me salen ronchas porque han estrenado "Prometheus" en Moscú y no puedo verla, ya que solo está en versión doblada. No creo que sea necesario ahondar en la frustración de mi corazón friki. Por no hablar de "The Avengers", que estoy deseando ver en pantalla grande. Cruzo los dedos porque aguante en cartel hasta mi regreso a España este verano. Precisamente por esta limitación que tengo para disfrutar de los estrenos tengo que buscarme la vida por internet. Pero el esfuerzo también tiene su recompensa.

Me gustaría presentaros dos de las mejores películas del año pasado, al menos para un servidor. Una de las dos, "Le Havre", se estrenó recientemente en Moscú y por eso me animé a verla*. La otra, "Nader y Simin, una separación", sí que es más conocida, ya que se llevó este año el óscar de la academia a la mejor peli en habla no inglesa. No me extenderé en las valoraciones, ya que las pelis tienen cierto tiempo y tampoco es momento de inventar la pólvora.

De cine iraní tengo menos idea que de sismología, no lo negaré. No recuerdo haber visto otra peli iraní en mi vida. Sí que había oído que este país tiene cierta tradición cinematográfica de calidad. De otro modo y por otra parte no se explicaría la maravilla que es "Nader y Simin". Poco puedo hablar pues del director y guionista, Asghar Farhadi, excepto para decir que es el puto amo.

La peli, en una frase, describe la crisis matrimonial de una pareja de clase media-alta que además tiene el problema de tener que cuidar a un padre con Alzheimer. Mejor verla sin saber mucho más. "Nader y Simin" supone un alarde de sinceridad narrativa, un ejemplo de buen hacer en el cine que se basa en buenas historias, vívidas, basadas en la experiencia. Un retrato fiel de la realidad, en la definición más ancestral de lo que supone el arte, narrando además un hecho y una problemática tan antigua como actual.

Barreras de comunicación














Personalmente a la Inquisición le llamó la atención la fidelidad del retrato de la lucha cotidiana de una familia normal. Además la peli consigue de forma sutil y no tan sutil lanzar pullas contra el fundamentalismo en todas sus formas. Tampoco soy un experto en el Islam y la situación religiosa en el Irán actual, pero se percibe en el film una actitud que no me atrevería a llamar crítica pero sí al menos reflexiva sobre este y otros asuntos que afectan a la gente común y corriente.  

"Le Havre" es de otro palo totalmente, está a un palmo del suelo. No conocía el cine de Kaurismäki (con diéresis, el tío), pero ahora soy acérrimo. Aunque suena a griego, el tipo es finlandés. Su estilo, sencillo. Su personalidad, comprometida. En esta última peli nos da su visión del problema de la inmigración a través de una sencilla historia que transcurre en la ciudad portuaria de Le Havre. El protagonista, un carismático limpiabotas que apenas tiene para vivir con su pareja, una mujer de salud frágil, encuentra a un niño inmigrante y decide ayudarle, como no puede ser de otra manera, ¿verdad?

"Le Havre" llama la atención principalmente por la preciosidad de la imagen. Casi cada fotograma es un delicioso cuadro, una foto angulada con cariño. Pero sin efectismo, al contrario. Parece la mirada angélica de un niño que descubre la belleza exquisita en una pared, una ventana o el perfil de un hombre de ojos profundos acodado en la barra de un bar.

A nivel narrativo también prima la sencillez. En realidad la pelicula es un cuento con héroes, princesas y villanos, simplemente ambientado en el día de hoy. El príncipe es un negrito perdido, y su héroe es un jubilado de noble corazón que va superando los obstáculos con picardía y recursos insospechados. Lo que me maravilla de esta película es, simplemente, la belleza que alcanza. Visual y narrativamente. Si fuera un libro, sería una novelita escrita en letra grande y prosa ligera en la que nos sorprenderíamos al descubrir retazos de poesía. Vamos, una genialidad difícilmente repetible.  

Príncipes y princesas de hoy en día















Cuando hablo de lo mejor del 2011 me refiero a cine que conmueve, que resuena por dentro. Tan difícil de encontrar. Por eso valga esta reseña, que aunque para muchos llegue tarde, era para mí muy necesaria. Escribo con el calentón y como es natural no he visto todo el cine del año pasado, pero si esto no está entre lo mejor del 2011, me rapo la cabeza. Probadme!

Saludos churruscados.

*Bueno, no solo por eso. También vi hace poco una presentación del film en el programa de rtve "Días de cine", al cual me siento cada vez más agradecido por haberme acercado a más de un título indispensable. Gracias, muchachos.

lunes, 21 de mayo de 2012

Desapego


Peli: "Detachment"
Puntuación: 4/10







Proliferan en España los estrenos con temática educativa, me refiero sobre todo a "Tenemos que hablar de Kevin" y "Profesor Lazhar". Hace unos años coincidieron un par de pelis que nos gustaron mucho, "Die Welle" y "Entre les murs", ambas del 2008, dos muy buenas películas con las aulas como contexto. En Rusia también estrenaron hace poco una cosilla que pintaba interesante: "Detachment", de Tony Kaye, el director de la aclamada "American History X". La peli, protagonizada por Adrien Brody, también nos lleva a las aulas. En este caso se trata del cuento de un profe sustituto de secundaria en una escuela cualquiera de los EEUU. De "Detachment" esperaba quizá una reflexión fresca sobre la enseñanza en la época negra de la crisis, un cuento local y a la vez universal que me iluminara a lo mejor un poquito.



























Henry Barthes es el eterno sustituto. Va de centro en centro cubriendo plazas de profesores que se toman bajas por enfermedad o depresión y así se gana la vida, sin asentarse en ninguna escuela en particular. Quizás su desapego pueda exlicarse por una niñez complicada que le dejó ciertas secuelas y que le impide crear lazos permanentes con nada ni con nadie y por la situación de su abuelo, que pasa sus últimos días de vida en un hospital de la seguridad social donde le tratan más mal que bien. Todo en la vida de Henry se sostiene en un precario equilibrio amenazado por una nueva sustitución en un centro problemático y un encuentro con una prostituta adolescente a la que intentará sacar del arroyo.

Lo primero que llama la atención es el lenguaje elegido para contar el cuento: un discurso de autor ligeramente impostado, con un pie en el falso documental. La peli empieza con insertos de testimonios de lo que parecen profesores reales, que explican el por qué empezaron a dar clases. Luego, de forma un poco forzada saltamos a Henry, que también como en una entrevista nos habla de temas de todo tipo, la mayoría relacionados con el mundo de la enseñanza. Y comienza la historia, pero los insertos de Henry nos acompañarán todo el rato, así como una transiciones en dibujos animados en tonos grises y blancos, meros ribetes estéticos que añaden poco o nada y solo sirven para enfatizar el tono nihilista del cuento.

La peli tiene un claro objetivo: la denuncia de un problema gravísimo en las escuelas de todo el país (norteamericano, paradigma del mundo occidental) de desatención de los padres, de falta de compromiso de los profesores, de acoso entre los alumnos. La situación en las escuelas es un reflejo de nuestra sociedad, que aliena a sus individuos y en muchos casos les lleva a la autodestrucción. Sin embargo, desde la administración educativa se pone el énfasis en el acoso sexual profesor-alumno y en lo importante que es que todos los alumnos aprueben, lo que a veces supone un empeoramiento de la calidad de las clases. El personaje de Adrien Brody es testigo distanciado de una situación cada vez más extrema. Quizás gracias a su desapego consigue mantener la cordura dentro del caos y ser un buen profesor, de los que marcan la diferencia.

Desgraciadamente el mensaje se diluye en pajas mentales. El director decide que el cuento de redención y trauma personal del protagonista pase a un primer plano, con lo que la foto general sale desenfocada y pierde relevancia. No se profundiza en el potencial de la historia y todo queda en agua de borrajas. Sirva de ejemplo el desperdicio que se hace en el guión de la relación de Henry con sus alumnos, dejada totalmente de lado. Los propios colegas, la mayoría actorazos consagrados, apenas tienen peso en la historia y solo desfilan como decorado, algunos, como Cranston, para meros cameos. Un lujosísimo decorado. ¿Y para qué ese comienzo con los testimonios? Más que homenaje al profesorado parece síntoma de estupefacción de un director que no sabe qué contar o que quiere guardarse las espaldas de puertas al gremio.

Estrellas desperdiciadas: a Bryan Cranston solo le vemos como 30 segundos y la Hendricks ni siquiera tiene una escena potable de sexo
"Detachment" es una baba de autor, un mejunje desastroso de esos que regurgitan los artistas de cuando en cuando. Todo el contexto de la escuela importa más bien poco. Lo que ocurre en las aulas se mueve dentro del estereotipo: profesores sufridores, alumnos víctimas de las circunstancias y padres malísimos que no dan la cara y que si lo hacen es para dificultar el trabajo de los docentes. Lo que pretende ser un reflejo lírico de una realidad no cuela y evidencia una falta de respeto y un cero en el trabajo de campo. Hasta el cliché de "El club de los poetas muertos" tiene más visos de realidad que este exagerado engendro.

También debería decir que la peli está rodada en digital con una de esas cámaras baratas que hacen que una película parezca un video casero. Esto me molestó. Pero no tanto como el cliché y los palos de ciego argumentales que llevan a un final pretencioso y vagamente justificable. No cuela, no se lo permito. Aunque sea por hacer una denuncia al sistema. Es muy fácil denunciar a través de lo fácil y lo anecdótico, pero baja a la arena, amigo. Si lo hubiera hecho con más honestidad, habría visto que nunca se puede hablar en blancos y negros, especialmente en el aula, donde por el esfuerzo siempre se recibe recompensa, siempre y por pequeña que sea, aunque lluevan palos a diario. Como en la vida misma.

¿Alguien vota por la hoguera? Otia...













Creo que una de las escenas más vívidas, de lo más realista que he visto nunca, pertenece a "Entre les murs". Un profe pierde el control y empieza a cargar contra sus alumnos adolescentes en la sala de profes, delante de los compañeros. Todos le miran, avergonzados, no saben cómo contestarle. Les da vergüenza ajena pero a la vez son conscientes de que de algún modo todos se han sentido alguna vez así. Es la línea que no se debe cruzar. Los compañeros le consuelan, le animan, nunca le reprenden, solo con la mirada. Todos hemos estado al borde más de una vez. Nadie es perfecto. El profe la caga y sin embargo nadie le pierde el respeto, todos entienden que haya perdido los nervios.
En "Detachment", por otro lado, Adrien Brody hace una caída de ojos, arquea las cejas y encandila a todos los alumnos. Se acabó el problema. ¿Are you fucking serious? Esto sí que es una falta de respeto... a la inteligencia.

Por eso, "Detachment" se va a la hoguera, por delito de afectación, estereotipo, exposición poco legítima... y uso horrendo de la imagen. A la hoguera! FLUSGH!